Los problemas operativos en el puerto de Los Cristianos fueron abordados hoy en una reunión mantenida con el presidente de la Autoridad Portuaria y con los representantes de los Cabildos Insulares. Alpidio Armas asistió en su calidad de presidente a este contacto que pretende consensuar medidas dirigidas a descongestionar la instalación portuaria que conecta a las islas occidentales.

Si bien no hay soluciones inmediatas a este problema histórico, Alpidio Armas mostró su esperanza en que la adopción de medidas coyunturales pueda aliviar las congestiones continuas del tráfico, no solo marítimo, sino también de vehículos que acceden al recinto o salen del mismo.
En concreto, se abordó la necesidad de regular las franjas horarias de atraque de las dos navieras operantes, de tal manera que los buques no coincidan, “lo que evitaría las molestas esperas de los barcos antes de los atraques y la congestión de personas y vehículos en el propio muelle”, aseguró el presidente insular.

Alpidio Armas indicó que “esta operatividad deriva también en el estrangulamiento de vehículos ligeros y de carga que se produce en los propios accesos al muelle y que, en muchas ocasiones, se llega a extender hasta la autopista del sur de Tenerife, donde son frecuentes los atascos en su incorporación”.

El presidente del Cabildo herreño abordó en la reunión el problema exclusivo de la Isla vinculado a su única conexión diaria, “lo que conlleva que, en el caso de que los vehículos de mercancía no puedan salir en el servicio marítimo programado, tengan que esperar al día siguiente o a sucesivos, no contando con la posibilidad de estacionar en un lugar cerrado y seguro”. En tal sentido, señaló también que “si bien se ha contado con la colaboración de Autoridad Portuaria para darles cabida en momentos precisos, es necesario buscar soluciones definitivas, mostrándose por parte del ente de Puertos de Tenerife receptividad a la hora de buscar alternativas”.

Todas las instituciones presentes coincidieron en reclamar un plan específico de regulación de cara a la próxima Semana Santa y a la época estival, en la que tanto la demanda como la oferta crece exponencialmente.